La triple forma
Ravi Chandra
Hemos mencionado a diversos dioses relacionados con el Ayurveda como Shiva, Lakshmi, Krishna y Dhanvantari. Pero debemos señalar que todos ellos se consideran diferentes facetas de la misma Divinidad. Por eso el Rig Veda, la más antigua escritura de la tradición hindú, dice que “lo Real (Absoluto) es uno, pero los sabios lo llaman con muchos nombres”.
Por sí mismo, Brahman o el Absoluto es impersonal y se encuentra más allá de la mente y el lenguaje. Sin embargo, visto desde nuestra perspectiva tiene un carácter personal y es llamado Ishvara (Dios). Ishvara tiene tres funciones: produce, conserva y destruye el universo. Y cada una de esas funciones es personificada y representada simbólicamente.
Así, Brahma (Oración), aparece como un anciano de cabello y barba blancos, con cuatro manos en las que lleva los Vedas. Aunque en muchas traducciones se dice que crea el universo, lo produce en el interior de sí mismo; crear supone generar algo desde la nada, como en el judaísmo y el cristianismo. Vishnu (Omnipresente) se muestra como un joven de piel azul con ropas amarillas y en sus cuatro manos porta diversas armas simbólicas (mazo, disco, concha, loto), con las que conserva o mantiene el orden del universo. Shiva (Benévolo), se representa como un yogui sentado sobre una piel de tigre, con su cuello y brazos adornados con serpientes, y sus atributos son un tridente y un tamborcillo. El primero representa su dominio sobre los tres mundos (espiritual, mental y corporal) que componen el universo, y el segundo el sonido con el destruye o más bien transforma (lleva más allá de la forma) al universo entero.
Esta triple manifestación de Ishvara es llamada en conjunto Trimurti, literalmente la Triple Forma. Cada una de las personificaciones divinas que la conforman tiene una shakti o energía que le auxilia en su función y que simbólicamente se representa como su esposa. Brahma está acompañado por Sarasvati (La que fluye), diosa del conocimiento, las artes y el lenguaje. Vishnu tiene por esposa a Lakshmi (Fortuna), encarnación de la riqueza y la abundancia. La consorte de Shiva es Parvati (Montañesa), diosa de la austeridad y el ascetismo.
Brahma tiene diversos hijos nacidos de su mente, entre ellos los siete rishis (videntes), quienes recibieron la revelación de los Vedas y los cuatro kumaras (niños), que recorren el universo impartiendo enseñanza espiritual.
Vishnu posee diez avatares, palabra sánscrita que significa descensos, aunque se traduce generalmente como encarnaciones. Las más conocidas son Rama, Krishna y Buda, el fundador del budismo.
Shiva, el dios del yoga, tiene dos hijos. El primero es Ganesha, el dios de la inteligencia, caracterizado por su cabeza de elefante y el segundo es Karttikeya, el dios de la guerra.
En esta ocasión platicaremos un poco más extensamente acerca de Shiva. Como dijimos, su nombre significa Benévolo, pero también es llamado Rudra (Aullador) y Maheshvara (Gran dios). Su festival anual, Shivaratri, que acaba de celebrarse en India, conmemora su nacimiento y boda. El relato más famoso acerca de su nacimiento cuenta que una ocasión se encontraban discutiendo Brahma y Vishnu acerca de quién era más importante y de pronto surgió entre ellos una enorme columna de luz. Como no podían ver dónde comenzaba ni dónde terminaba, decidieron hallar su origen y su final. Brahma subió a su cisne y se remontó a las alturas; Vishnu montó en su águila y descendió. Pasados mil años divinos regresaron al lugar donde comenzó la discusión. Vishnu reconoció no haber encontrado la fuente de la columna de luz, pero Brahma mintió y dijo que había hallado su límite. En ese momento apareció Shiva en medio de la columna, le cortó a Brahma una de sus cinco cabezas y le dijo que, debido a su falta, los seres humanos no lo venerarían en el futuro. De hecho, apenas existe un templo dedicado a Brahma en toda la India. Finalmente, Brahma y Vishnu se postran frente a Shiva y lo reconocen como el dios más grande de la Trimurti.
En cuanto a su boda, el poderoso dios de la transformación se encontraba meditando sobre el monte Kailasha, su morada terrenal. Pero la manifestación universal no podía completarse sin que Shiva se involucrara en ella. Por eso los dioses eligen a Kama, el dios del amor y del placer, para sacarlo del estado de arrobamiento espiritual en el que se hallaba. Kama busca la ocasión propicia para lleva a cabo su misión y aprovecha que Parvati, la bella hija de los Himalayas, paseaba con sus doncellas por el monte. Cuando la joven ve a Shiva ataviado como un yogui, cubierto con cenizas y completamente abstraído en la contemplación del Absoluto, se enamora perdidamente del dios. Kama toma una de sus flechas y la arroja sobre el poderoso dios de la transformación. Shiva abre los ojos y lo primero que ve es a la hermosa Parvati y, aunque es presa del amor, descubre la artimaña de Kama. Sin dudarlo, reduce a cenizas al dios del placer con el fuego que emana de su tercer ojo. A continuación, jura amor a Parvati, pide la mano a sus padres y pronto se celebra una gran boda a la que asisten todos dioses. Con el abrazo amoroso del Benévolo y la Montañesa, se completa la manifestación universal. Rati (Goce), la esposa de Kama, pide clemencia para su esposo. Shiva y Parvati, complacidos, otorgan perdón al dios del amor y los dioses en conjunto decretan que a partir de ese día se celebraría la más grande de las fiestas, Shivaratri, la Noche del Benévolo.
La imagen más conocida de Shiva en Occidente es su representación como Nataraja, el Señor de la danza. En esta imagen, que aparece en el sur de la India entre los siglos VII y IX, se muestra al dios como un grácil bailarín ejecutando la danza tandava, con la que produce, conserva y destruye el universo, es decir, con la que asume las tres funciones divinas. Rodeado completamente por un círculo de fuego, su cabeza está adornada por una melena de asceta y lleva un creciente lunar. Su sonrisa llena de bendición al universo. Una de sus cuatro manos sostiene una llama que representa la destrucción o transformación, otra porta un tambor que simboliza a Om, el sonido primordial y las otras dos manos realizan dos mudras o gestos simbólicos. El primero, la palma derecha extendida hacia el espectador, es conocido como abhaya (gesto de no temor); significa que Dios protege a sus devotos. El segundo, con la palma izquierda hacia adentro y el brazo cubriendo su corazón, es llamado gajahasta (trompa del elefante); nos recuerda que la Divinidad se oculta dentro de su manifestación. Por otra parte, esa mano señala hacia su pie izquierdo, el cual se levanta para revelar el camino de la liberación. Estas dos facetas, ocultamiento y revelación, son añadidas por los devotos de Shiva a las tres funciones divinas. El pie derecho del dios se equilibra sobre un enano contrahecho, símbolo de la ignorancia.
Y ya que es la ignorancia lo que nos ata al engañoso mundo de las formas, al doloroso ciclo incesante de nacimientos y muertes, Shiva encarna el conocimiento espiritual, lo único que destruye la ignorancia y nos libera del engaño, del dolor, de la muerte.
A continuación, un himno recitado durante los pujas o ritos de veneración en los templos del sur de la India.
¡Oh Shiva, Señor de la danza!
Tú que llamas con el redoble de tu tambor a todos los que se absorben en las cosas del mundo.
Tú que apartas el miedo en los humildes y los reconfortas con tu divino amor.
Tú que muestras con tu pie que se levanta de la tierra el camino de la liberación.
Tú que llevas el fuego del sacrificio y que danzas en las moradas del universo.
¡Protégenos!
El principal mantra de Shiva es Om namaha Shivaya, que significa Om saludos al Benévolo. Lo mejor es pronunciarlo en ciclos de 108 veces, ayudándose con un japamala (rosario) de rudraksha, una semilla dedicada a Shiva.
Repetir el mantra de Shiva permite alcanzar la felicidad y el placer en la vida cotidiana, así como la liberación del ciclo de nacimientos y muertes.
Deidad hindú
Shiva (Benévolo)
- Forma parte de la Trimurti o triple forma de Ishvara (Dios)
- Su función es destruir la ignorancia y transformar el universo
- Se representa vestido como un yogui
- Durante Shivaratri, su fiesta anual, se celebra su origen y matrimonio
- La imagen más conocida en Occidente es Shiva Nataraja, el Señor de la danza