Krishna, el oscuro dios del amor
Ravi Chandra
Encarnación de Vishnú, el conservador del universo, Krishna es uno de los dioses más venerados en la India. Se representa con piel azul o negra, adornado por una pluma de pavo real y tocando una flauta, cuya melodía atrae a millares de gopis o vaqueras, símbolo de las almas sedientas de lo divino. Concede a sus devotos protección, compasión y amor.
Mito
Kamsa, rey de Mathura, fue advertido por una voz celestial que moriría a manos de un hijo de su hermana Devaki. El tirano decidió encarcelar a Devaki junto con su esposo Vasudeva y asesinó uno a uno a los niños que dieron nacimiento. Balarama, su séptimo hijo, fue transferido a otro vientre y en el octavo se encarnó Vishnú. Milagrosamente, una noche Vasudeva salió de la cárcel y llevó al bebé recién nacido hasta una aldea de vaqueros, donde crecería con el nombre de Krishna, que en sánscrito significa Oscuro.
El rey Kamsa supo que su sobrino no había muerto y envió diversos emisarios para matar al niño, pero ninguno tuvo éxito. Al cumplir dieciséis años Krishna fue a Mathura, venció a los gladiadores que su tío había contratado para asesinarle y destruyó al tirano.
Pero más que como guerrero, Krishna es recordado como el amante de Radha, encarnación de Lakshmi, la diosa de la Fortuna, así como de dieciséis mil gopis o vaqueras que, como dijimos, representan las almas individuales cautivadas por lo divino.
Krishna aparece en la epopeya del Mahabharata como el cochero de Arjuna, el jefe de los heroicos Pandavas, quienes lucharon contra el clan de los Kurus en una sangrienta batalla que duró dieciocho días. Antes de iniciar la batalla, mientras ambos ejércitos se preparan para enfrentarse, Krishna instruye a Arjuna acerca de sus deberes como guerrero, es decir, como guardián del dharma o armonía universal, así como del objetivo de la vida humana y las diferentes formas de yoga o caminos espirituales. La recopilación de sus enseñanzas conforma el Bhagavad Gita, el libro sagrado más famoso de la tradición hindú, considerado la esencia de los Vedas.
Representación
Su color negro expresa el aspecto inmanifestado de la Divinidad, es decir, más allá de la forma. La pluma de pavorreal simboliza la mirada omnipresente de la Divinidad. La flauta, la llamada de Dios hacia el mundo. Generalmente se le muestra de pie con una pierna doblada delante de la otra, acompañado por una vaca y su ternero, ya que difundió el vegetarianismo, por lo que se le conoce como Govinda, el Protector de las vacas.
Festividad
Corresponde al octavo día de la quincena oscura del mes de Bhadrapada (agosto-septiembre) y es uno de los más grandes festivales espirituales en India. En esa fecha se decoran los templos de Krishna y Vishnú, se suenan campanas y caracolas, y se cantan himnos en sánscrito en alabanza a la deidad. La ciudad de Mathura, su lugar de nacimiento, acoge peregrinos de todo el país. En el sur de la India se dibujan huellas de niño desde la entrada de la casa hasta el cuarto o lugar de meditación, usando harina mezclada con agua. Esto crea la sensación de que el propio dios ha entrado y dejado esas marcas.
Mantras
Om Krishnaya namaha.
(Pronunciación: Om Krishnaya namaja).
Om es el símbolo sonoro de la Divinidad, Krishnaya namaha se traduce como “saludo o reverencia al Oscuro”, una referencia al color de su piel. Se dice que este mantra, además de conceder la protección de la divinidad, otorga una fuerza extraordinaria.
Om Devakinandanaye vidmahe, Vasudevaye dhimahi, tanno Krishnaha prachodayat.
(Pronunciación: Om Devakiinandanaaye vidmaje, Vaasudevaaye dhiimaji, tanno Krishnaja prachodayaat).
Significa “Om meditemos en el hijo de Devaki y Vasudeva, que Krishna ilumine nuestro intelecto”. Derivado del Gayatri mantra, el más importante himno védico, el Gayatri de Krishna concede amor y protección divinos, así como éxito en el trabajo.
Krishna y Rhada
Krishna y las gopis